Me siento agresivo, no me
apetece nada empezar a hacer el gilipollas con el de dónde eres y chorradas del
estilo. No me siento muy mandanguero. Lo que quiero es irme a casa y tumbarme a
leer un buen libro tranquilo al frescor artificial del aire acondicionado.
De todas formas, Fénix y
Asmel me intentan animar para dar una vuelta y mandanguear un poco. Sus
intentos ánimo no tienen demasiado éxito, pero aun así empezamos a andar.
La zona de los pubs está
muerta, únicamente uno parece sobrevivir, en estado comatoso, pero vivo…
Entramos a ver que nos encontramos. El pubs es pequeño y está medio lleno. Nada
más entrar vemos a dos chicas jóvenes. La más marchosa de las dos nos presenta
a la otra amiga sin nosotros decir nada.
Empieza la seducción...