sábado, 29 de septiembre de 2012

Cualificación (III): Cualificación y Sexualización.


Hola de nuevo, amigos. En el artículo anterior hablábamos, sobre todo, de cómo cualificar la conducta. En este me centraré en cómo cualificar el físico de manera que se comunique implícita o explícitamente una intención sexual.

Es algo muy habitual entre fruscos (y no tan fruscos) cualificar el físico de una manera general, poco específica y poco creativa. El desmarcarnos aquí va a ser vital para nuestro éxito y es un paso clave en la seducción. No deberíamos decir “tienes unos ojos muy bonitos”, sino “tu mirada me resulta muy acogedora/misteriosa/profunda…etc”. No me cansaré de decir que debemos usar un vocabulario diferente y rico:



SI NUESTRO LENGUAJE ES DIFERENTE, TRANSMITIREMOS SENSACIONES DIFERENTES, RICAS Y  PROFUNDAS.


A la hora de cualificar el físico a modo de sexualización, lo haremos de manera que cualifiquemos CÓMO LE SACA PARTIDO A SU FÍSICO, que se verá potenciado si detectamos una conducta atractiva que previamente haya mostrado:

Ej: “María, tengo que decir que tu escote me resulta muy sugerente (cualificamos sus tetas o escote. Recomiendo, para referirnos a las tetas, decir escote). Eso, combinado con tu sonrisa y tus ganas de salvar el mundo (cualificamos su conducta) hace que mis ganas de devorarte aquí y ahora se incrementen (conducta y físico se potencian)”.


Hay que ser extremadamente cuidadoso con este tipo de cualificación, ya que puede originar una subida de defensas bestial. Está claro que este tipo de sexualización no la haremos, por ejemplo, en una discoteca (eso se verá más adelante); sino que será más propicia para ambientes más íntimos, acompañada de una sexualización no verbal, como el embelesamiento. No debemos olvidarnos de hacer distensión después de nuestra sexualización hasta que volvamos a sexualizar, esta vez más intensamente (esto se verá más profundamente en un artículo sólo sobre sexualización).

Ej: “(La interrumpimos cuando está hablando) Disculpa, quiero que sepas que la manera en la que mueves tu boca me está provocando unas ganas increíbles de arrancarte la ropa, espero que no te importe que te lo diga. Y ahora, por favor, sigue con lo que me estabas contando”.


No olvidemos que este es un artículo de cualificación orientada a dar un matiz sexual. El usar esto o la sexualización propiamente dicha, dependerá de nuestro calibraje. 

En posteriores artículos explicaremos la sexualización propiamente dicha y cómo ir encaminando la conversación para sexualizar.

Aquí termina esta trilogía de artículos sobre cualificación. Con esto deberíais tener material suficiente como para que vuestras cualificaciones sean verdaderas bombas emocionales y sexuales. No os olvidéis de observar y detectar aquello que ella más valora de sí misma y sed precisos como francotiradores a la hora de comunicar lo que queremos expresar. Esto marca la diferencia entre una cualificación bien hecha y una mediocre. Sed naturales, todo lo que no es normal es anormal.

Sin más, me despido hasta dentro de un tiempo. Probablemente, la próxima vez que escriba lo haga acerca del rechazo y cómo combatirlo.

Sed felices. 

Fénix Fire.

3 comentarios:

  1. muy buen post!...sigan así

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  2. un capo!! Mi amigo, ”quisiera tener tu mente explcita en mi” broma!! Exito a todos...

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  3. Me gustaría k pusieras más ejemplos sobre las cosas que dices y tener un lenguaje más juvenil y no decir ( tú escote me resulta muy sugerente ) ;)

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