miércoles, 24 de octubre de 2012

Consolidación (I): Juego Presencial


Hola amigos, hoy os traigo el tan esperado artículo de “Consolidación y puente temporal”.

Según SexCrack, consolidación es todo aquello que hacemos desde que conseguimos el teléfono de la chica hasta que nos separamos de ella para reforzar el vínculo y grado de compromiso existentes entre los dos.
El Puente Temporal es aquella fase que se extiende desde que nos despedimos de nuestra chica hasta que nos volvemos a encontrar. Y dentro de esta fase se encuentran la reconsolidación y la invitación real.


Bien, desde Good Life Seducción nos vamos a dejar de chorradas y de ir por fases de escalada y nos vamos a centrar en el conjunto del juego. Por tanto, la consolidación se mirará desde la perspectiva del “juego presencial” y “juego ausente”. En el juego presencial se tratará de crear una predisposición para quedar con nosotros por parte de la chica. En el juego ausente nos encargaremos de ir solidificando esa quedada y conocernos mejor.
Antes de empezar a hablar del juego presencial y del juego ausente, debo haceros algunas recomendaciones:

-      Lo que voy a relatar es un “método” basado en mi propia experiencia y en mi propio estilo de seducción.

-      Los negas, batallas de egos, contracortes chulifrescos y demás herramientas que crean cierto conflicto no se usarán en esta fase. El usarlas aquí puede hacer que se detenga totalmente la interacción por muy bien que la hayamos hecho. Se supone que todo ese arsenal ya lo hemos utilizado (el que quiera), pero ahora estamos en otro momento.

-      El calibraje es lo más importante y lo que os dará éxito en todo el juego. Por tanto, si os equivocáis y la cagáis, no pasa nada. Os servirá para modificar pequeños detalles, coger experiencia e ir solidificando un estilo de seducción propio.

-      Por último, cuidado con la tensión sexual. La tensión sexual en el juego presencial será intermitente. Como ya dijimos en el artículo de Tensión Sexual, iremos tensionando y distensionando en base a sus reacciones, desarrollando así un buen calibraje.
Sin embargo, en el juego ausente la tensión sexual se usará en pinceladas y a veces incluso puede ser inexistente.
Dicho esto, vamos a centrarnos, en este primer artículo, en el juego presencial.

                                     
            Juego Presencial

El juego presencial es el sargeo de toda la vida. Engloba todo aquello que hacemos para seducir a la chica. Según el estilo de seducción que hayamos desarrollado sargearemos de una manera u otra. Referido a este artículo, el juego presencial será todo aquello que hagamos durante el sargeo que propiciará que la chica quiera volver a quedar con nosotros.

Para ello tendremos que tener en cuenta las características del Valor Natural: Asertividad, empatía y marco de acero.
Estas cualidades las iremos proyectando a lo largo de todo el encuentro y muy especialmente ante el rechazo que podamos sufrir.
Seremos asertivos, empáticos y tendremos un marco de acero planeando una cita con alta expectativa, con cierta proyección de futuro y adecuado a las necesidades comunes de ambos. Ante el rechazo, no seremos reactivos y no mostraremos necesidad. Pero tampoco por ello dejaremos de insistir más adelante.

Por tanto, para que volvamos a quedar con nuestra chica, en la fase de consolidación seremos especialmente empáticos. Nos interesaremos por su día a día: si estudia, si trabaja, si tiene perros, si tiene casa propia, dónde se ve dentro de cinco años, si ha viajado, etc. Escucharemos atentamente toda la información que nos dé para poder proponer una cita que sea casi imposible de rechazar, pues la planearemos en base a sus necesidades.




Esto se puede hacer antes o después de pedir el teléfono. Yo suelo pedir el teléfono después de plantearle una cita, así este cierre de teléfono es más sólido y está justificado: le pedimos el teléfono para poder hablar antes de la cita. No nos obsesionemos con perder valor ni chorradas de esas al pedirle un encuentro, al contrario. Nosotros queremos quedar con ella tanto como ella con nosotros. Recordad, el premio mayor (que está por encima de los dos) es que tengamos una cita.

Una vez que la hayamos escuchado atentamente y nos hayamos interesado por sus quehaceres, deduciremos y comunicaremos nuestras ganas de quedar con ella, cualificándola al mismo tiempo (mirar artículo de cualificación).


Voy a poneros un par de ejemplos extrapolable a cualquier interacción más o menos normal:

-  Fénix: Verás, Fulanita, como tu semana está tan ajetreada y tienes pinta de querer relajarte cuando llega el fin de semana (extraemos información de la conversación y deducimos), me encantaría quedar contigo el viernes para tomar una cerveza en un sitio tranquilo (intuimos sus necesidades) y poder disfrutar de una conversación divertida a la vez que veo esa boca que me vuelve loco (tensión sexual).

-  Fulanita: Bueno, no sé que querré hacer el fin de semana…de aquí a allí falta mucho aún. (Pone a prueba nuestro marco de acero haciéndonos un pequeño rechazo)

-     Fénix: Ajam…pues vamos a hacer una cosa (herramienta “manual de instrucciones): me vas a dar tu teléfono y yo te voy a escribir probablemente el miércoles para saber qué harás el finde. Lo más probable es que no me aguante las ganas de escribirte y lo haga mañana por la tarde, pero no te lo prometo (Humor+proyección de futuro+marco de acero)

-    Fulanita: Jajaja bueno, apunta mi número: 6867….

¿Qué ha pasado en esta conversación?

1.   Hemos observado y escuchado atentamente lo que ella nos ha contado  acerca de a qué se dedica y qué hace en su día a día.  Hemos deducido sus necesidades, con lo que podremos planificar una cita muy confortable para ella y para nosotros. Ella sentirá que hemos entendido y cubierto sus necesidades. Además, el escuchar y deducir nos permitirá nivelar nuestra energía y nuestra actitud para que pueda seguirnos el ritmo. De esta manera es mucho más complicado que nos rechacen una cita.

Hay veces que veo chicos que se empeñan en mantener un nivel de energía muy superior al de la chica que tienen delante y, aunque ven que la chica no puede seguirles el ritmo, siguen empeñados en seguir en ese nivel. Luego se frustran ante el rechazo de una cita o simplemente se van pensando que ella no se lo merece, al más puro estilo “aven-frustrado”. Esta es la salida fácil. Por ello, vamos a adecuar nuestro nivel de energía al de la chica que tenemos delante, vamos a observar sus necesidades y le vamos a proponer algo que no suponga una gran inversión por su parte.

2.   Le hemos propuesto el plan y le hemos dado un “PARA QUÉ”. El “para qué” evitará rechazos fuertes y dará un motivo a la quedada. Yo siempre digo que la primera cita debe ser en un sitio neutral y lleno de gente, de manera que ella se sienta segura y con una vía de escape en caso de que las cosas vayan mal. Recordemos que somos un extraño para ellas, pese a todos los atributos que tengamos. Además, le hemos dicho por qué queremos quedar con ella (poder disfrutar de una conversación divertida) con lo que al ser un plan inocente y prometedor, ella tendrá cada vez menos motivos para no acceder.

3.   Hemos creado tensión sexual suave, con lo que hemos dado una dirección a la cita que tendremos. Ella sabe que si accede a ir es probable que nos besemos (si no nos hemos besado ya) o que lleguemos a otras cosas. Crear esta pequeña tensión sexual es esencial para dar una dirección al futuro encuentro pero nos expone a un rechazo que puede suceder o no en función de la chica que tengamos delante. En este caso ha sucedido. Y debería alegrarnos, porque ello indica que nuestra tensión sexual ha hecho efecto. Con esto no quiero decir que si nos dice que sí, cosa muy probable, ya esté todo hecho. Habrá que seguir trabajando durante el juego ausente, pero eso lo veremos más adelante.

4.   Como nos ha rechazado, aplicamos la herramienta contra el rechazo llamada “manual de instrucciones” (explicada en Seductor, Egoland). Por ello, actuaremos siempre con humor y haciendo ver que no nos importa que nos haya rechazado, mediante la no reactividad que proyecta nuestro marco de acero. Además, hemos usado la proyección de futuro al decirle lo que vamos a hacer y hemos distendido usando el humor. Usar la distensión aquí es lo más importante si queremos que acceda a nuestro plan, pues con la tensión ya le ha quedado claro lo que va a pasar. Como veis, hemos jugado con la tensión sexual y la distensión.
Tensión para darle una dirección sexual o romántica y distensión para que acceda a nuestra petición.


Vamos con el siguiente ejemplo, algo más resumido:


-  Fénix: Oye María…por desgracia me tengo que ir. Es una pena, porque estoy pasando un momento muy nutritivo contigo (Cualificamos la situación con ella). Creo que no deberíamos perder la oportunidad de seguir conociéndonos. Por ello, propongo que nos tomemos un café el miércoles a las 5 (escuchamos atentamente y detectamos qué día lo puede tener bien para quedar y proponemos un plan inofensivo para que se sienta cómoda aceptándolo)  para que me sigas contando cositas acerca de esa vida tan estresante que llevas (le damos un “para qué” para que nuestras intenciones sean congruentes y creíbles; además, así le decimos lo que pretendemos hacer en la cita) a la vez que vuelvo a ver esa mirada tan excitante. ¿Qué te parece? (tensionamos sexualmente para darle una dirección. Si queda con nosotros sabrá que no nos vamos a dedicar exclusivamente a hablar de sus cositas cotidianas).


-  María: Puff…el miércoles a las 5 lo tengo bastante liado, pero el sábado lo tengo libre por la noche. (Amigos, maravilloso. El miércoles por la tarde no puede. Rechaza nuestro plan tranquilo y a cambio nos propone un plan más movidito. Los sábados por la noche sólo pasan dos cosas: o follamos o follamos)

-  Fénix: Ajam…pues mira, vamos a hacer una cosa: me vas a dar tu teléfono y yo te voy a llamar el viernes por la noche (Igual que antes: herramienta “manual de instrucciones”. Le decimos lo que vamos a hacer) Si no recibes noticias mías probablemente sea porque me ha raptado un ovni o algo así (Distensionamos con mucho humor para hacerla sentir cómoda cuando sexualicemos). Cuando te llame pon tu voz más sexy, porque te diré que el sábado nos tomaremos un par de gin-tonics de X sitio, ¿de acuerdo? (Seguimos su plan de tomar algo el sábado, pero nosotros proponemos el lugar y lo que vamos a tomar. Esto es una relación de dos, si ella propone el día nosotros proponemos lo que se va a hacer o viceversa. Hemos hecho una pequeña sexualización porque al querer quedar un sábado por la noche la diversión está más que asegurada)

-  María: Jajajaj apunta anda: 674….(Ella no se ha negado, por lo que intuimos que el plan de mezclar alcohol con el sábado noche, sexualizaciones y humor le resulta más que apetecible, por lo que la mandanga está casi asegurada).







Estas conversaciones son extrapolables ante una situación normal, pero no las convirtáis en una guía. Lo más importante es vuestro calibraje y experiencia. Por ello, no me he basado en una serie de pasos, sino en actitudes:




1.  Observamos, detectamos e intuimos sus necesidades y nos adecuamos a ellas.


2.   Proponemos un plan inocente y neutral en función de sus necesidades, dándole una dirección y proyección de futuro.


3.  Si nos rechaza, usamos las herramientas contra el rechazo y ofrecemos una alternativa (pedirle su número u otro tipo de cita), siendo no reactivos y siguiendo nuestro marco de acero y actitud empática.


4.  El humor es imprescindible a lo largo de toda la interacción. La diversión provoca confort y ganas de pasarlo bien, además de ser un excelente catalizador para que pasen cosas extraordinarias.


Si proyectamos estas actitudes, será muy difícil que no quiera acceder a quedar con nosotros. No obstante, este juego presencial representa el 35% de todo el proceso para conseguirlo. Por ello, jamás hay que dejar de lado el juego ausente.

Vamos con un último ejemplo, pero esta vez debéis adivinar lo que hemos hecho para conseguir su número y la cita. Comentadlo en el grupo de Facebook y nosotros os iremos corrigiendo:


- Fénix: Bueno Natalia, ahora que nos conocemos un poco mejor creo que deberíamos pensar en vernos un día en otra situación. Por eso, te propongo que me acompañes el sábado por la tarde a El Corte Inglés porque tengo que comprarme ropa y necesito la opinión de una chica inteligente y observadora. No te prometo ser irresistible, pero poco a poco nos iremos enamorando.

- Natalia: Jajaja, no sé yo si quedar contigo…pareces bastante peligrosillo jejeje.


- Fénix: Bueno Natalia, entiendo tus preocupaciones. Vamos a hacer una cosa: me vas a dar tu teléfono y yo te voy a llamar el jueves por la tarde. Si no haces nada esa misma noche, quedamos para tomar una cerveza y conocernos mejor. Como te lo pasarás irremediablemente bien, el sábado por la tarde no hagas planes. Dame tu número.


-  Natalia: Vale, pero el sitio lo escojo yo. Apunta: 6935…


- Fénix: Perfecto. Pero ponte el conjunto más sexy que consideres para una ocasión así. Ponte también pamela, no sé por qué, pero creo que pegaría en una ocasión así. Yo me pondré muy guapo para ti. Seremos una pareja de lo más atractiva y divertida.


-  Natalia: Jajaja, estás chalao…

Muy importante: recordad que sin hacer este juego presencial, será muy difícil volver a quedar con ella. No es imposible, hacerlo así facilita bastante las cosas.


Hasta aquí el primer artículo de consolidación: juego presencial. En el próximo trataremos el juego ausente y las actitudes a tener en cuenta para que quiera quedar con nosotros o no se eche atrás si ya hemos quedado.

Un abrazo amigos.

Fénix Fire

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