Hola amigos. Después de
la serie de artículos sobre la cualificación y rechazo, vengo con éste nuevo
hablando de la tensión sexual.
La tensión sexual es
hacer que entre dos personas salten chispas. Es sentir morbo, complicidad y
ganas de devorarnos. No es algo que pueda evitarse, se nota en el aire.
Nosotros aprenderemos a utilizarla en nuestro favor para llegar a un encuentro
sexual o emocional satisfactorio.
¿Cuántas veces os ha
pasado que lo hacéis todo bien, habéis metido Valor, cualificación, romance,
humor, persuasión, trucos, malabares…y la chica se despide de vosotros con un
besito en la frente? Seguro que muchas veces os habéis preguntado en qué habéis
fallado. Pues chicos, sencillamente habéis fallado en que ¡¡No habéis sacado la
polla al aire!! No habéis sexualizado ni creado tensión sexual.
Poneos en situación:
Un chico y una chica se
conocen en un pub, se divierten mucho, hay risas y se gustan…él le propone a
ella llevarla a casa y por el camino se detienen a ver las estrellas.
¿Qué hacen un chico y
una chica en un coche a las 3 de la mañana? Ella ya le ha hablado de su viaje a
la Luna, de que le gustan los helados de vainilla y mil cosas más, y siguen
cada uno a su bola. ¿Qué hacen esos dos desgraciados que no se están comiendo
como plantas carnívoras?
Ella se ha puesto su
mejor vestido y lleva un escote muy sugerente y está pensando que este chico,
Alfredo, al que acaba de conocer, no tiene experiencia sexual porque aún no le
ha dicho que le gustan sus tetas y no se atreve a besarla. Si el amigo Alfredo
no hace algo pronto, ella se va a sentir decepcionada y se va a querer ir.
Por el contrario, si le
dice: “Ana, con ese escote tan voluptuoso estás despertando mi lado más salvaje
y me están entrando ganas de arrancarte la ropa y follarte aquí mismo”(nótese la exageración), la
amiga Ana parecerá que acaba de salir de una piscina de lo cachonda que estará.
Si, además, Alfredo acompaña esas palabras con un tono de voz lento y profundo,
una Kino acariciante y una mirada penetrante y sexualizadora (lo que nosotros
llamamos embelesamiento), Ana querrá que se la folle allí mismo.
Por tanto, dividiremos todo
el proceso de tensión sexual en tres grandes bloques que pueden, y deben,
complementarse:
·
Tensión sexual verbal.
·
Tensión sexual no verbal.
·
Distensión sexual.
TENSIÓN
SEXUAL VERBAL
A cuento del artículo de
cualificación, sería todo aquello que digamos con nuestras palabras que
transmite cierto matiz sexual. Una cualificación de su físico, justificada y
que además nos provoca instintos primitivos y ganas de dominarla o, por el
contrario, nos hace sentir vulnerables y seducidos. (Para más información, leer
el artículo de “Cualificación 3ª parte”)
También pueden decirse
frases sueltas, interrumpiéndola cuando esté diciendo algunas cosas. Un ejemplo
sería el que ponen en la novela erótica “50 sombras de Grey”: “Anastasia, deja
de morderte el labio”. Estas frases sueltas se usan para dar una dirección
sexual cuando la interacción se está diluyendo e intuís que vuestra chica no os
percibe con valor sexual. También para hacerle consciente de la situación que
está viviendo con nosotros y de sus reacciones sexuales.
Evidentemente, estas
frases deben acompañarse de un lenguaje no verbal tensional, como un tono de
voz que sea profundo y lento, y una mirada que transmitan matiz sexual.
TENSIÓN SEXUAL NO VERBAL (Explicada por Carisma)
En la tensión sexual no
verbal englobamos todo aquello con lo que, con nuestro lenguaje corporal, demos
a entender un interés sexual. Los potenciadores de la tensión son la mirada, la
voz y el Kino (lo que nosotros llamamos embelesamiento) Aquí nos centraremos en
la mirada, que es el principal potenciador de la tensión.
La
mirada:
La mirada tiene que ser
profunda, como si fueses el dueño de su alma y estuvieses en completo dominio
de la situación y de ella. Una mirada profunda combinada con sonrisas que
transmitan matiz sexual.
La mirada es el mayor
poder de seducción, y es muy importante aprender a usarla correctamente.
Como generador de tensión sexual es el mayor potenciador vivo, junto con la pronunciación y la voz.
Como generador de tensión sexual es el mayor potenciador vivo, junto con la pronunciación y la voz.
Un forma de generar
tensión con la mirada es mirarla sonriendo fijamente mientas habla y quedarte
callado. Únicamente mirándola y escuchándola con una sonrisa. En el momento en
que se calle, si no lo hace antes dirá: ¿Qué
pasa? ¿Por qué me miras así?
O también puede ser que desvié la mirada, nerviosa.
El embelesamiento es
una mirada hipnótica capaz de despertar una gran tensión sexual acompañada de
un tono de voz profundo e hipnótico y una Kino acariciante. Más adelante
escribiremos un artículo explicando esta herramienta con mayor profundidad.
DISTENSIÓN SEXUAL
La distensión sexual es
aquello que hacemos intencionadamente para rebajar la tensión sexual,
ofreciendo así un vaivén de emociones que harán una interacción muy
enriquecedora.
Evidentemente, en una
interacción, no todo es tensión sexual. De hecho, toda tensión sexual debe ir
acompañada de una distensión, siendo la distensión máxima el sexo en sí.
Las conversaciones con
una chica deben ser una combinación de tensión y distensión constante ya que,
como una montaña rusa, los altibajos sexuales y emocionales son más valorados
por la otra persona y generan un conjunto de emociones difíciles de controlar.
Mientras una chica nos
habla de sus viajes, experiencias, etc, etc, intentaremos sacar el máximo de
información posible para cualificar y para sexualizar correctamente. Cuando
hacemos la distensión, también es recomendable usar un lenguaje corporal que
denote tensión sexual, como el embelesamiento. No lo usemos siempre, pues la
distensión es eso, distensión. Usemos este lenguaje no verbal en la distensión muy de vez en cuando porque es probable que
podamos levantar defensas que no nos interesan y exponernos a un rechazo que,
si bien sabemos gestionar, no nos interesará en ese momento.
Todo se resume en
tensión-distensión, y tendremos que saber jugar con estos dos conceptos a lo
largo de la interacción.
Así pues, por ejemplo,
mientras Carmen nos está hablando de lo que ha hecho hoy, le diremos: “Como
sigas moviendo la boca de esa manera tan sexy, tendré que lamerte entera como
un perro. Pero no te me despistes, continúa por favor”.(Evidentemente, no hay que ser tan desfasado, es sólo un ejemplo) Carmen, seguramente, se
sentirá de todo menos poco deseada.
Evidentemente, nuestras
sexualizaciones tienen que ser graduales. No le vamos a entrar a una tía
diciéndole que nos la queremos follar. Puede dar resultado, sí, pero son pocas
las excepciones.
A continuación os dejo
con un ejemplo, ilustrado por mi colega y amigo Carisma, uno de los mejores
seductores que saben crear correctamente tensión sexual:
Como ya ha dicho Fénix Fire, la tensión sexual tiene
más que ver con el CÓMO decimos las cosas que con lo QUE decimos.
Este es un ejemplo de apertura generando tensión sexual: “Por favor deja de bailar así tan cerca de mí”
Dicho con una mirada penetrante, una media sonrisa y un tono pausado y grave, nos hará desmarcarnos como alguien inteligente que domina el lenguaje de doble connotación, y le generaremos una tensión sexual que la excite y la haga sentirse deseada.
Este es un ejemplo de apertura generando tensión sexual: “Por favor deja de bailar así tan cerca de mí”
Dicho con una mirada penetrante, una media sonrisa y un tono pausado y grave, nos hará desmarcarnos como alguien inteligente que domina el lenguaje de doble connotación, y le generaremos una tensión sexual que la excite y la haga sentirse deseada.
Sin noticias de María. ¿Voy a tener que
enfadarme contigo? Te aviso de que puedo ser muy malo
Es importante generar tensión sexual sobre todo en el momento
en el que ésta puede ser liberada. Gracias a ella nos ahorraremos muchas
resistencias de último momento.
Si nos encontramos en una cena con una chica, en un momento
dado podemos levantarnos para ir al baño, y ya que estamos de pie, acercarnos a
su oído lentamente y decirle: “quiero
besarte por todas partes”
Un tono autoritario también es clave para generar tensión
sexual: “Mírame a los ojos, María”
- Veo que además eres una chica muy risueña, no dejas de
sonreírme, y te estás poniendo un poquito nerviosa.
- Yo no estoy nerviosa
Me
acerco a ella y le doy un beso lento y suave en la mejilla
- ¿Y ahora estas un poquito más nerviosa?
Sigue
riendo y apartando la mirada. La sigo teniendo cogida de la mano.
- La verdad es que me estas poniendo un poquito nerviosa
sí.
En resumen, nuestro
objetivo para crear tensión sexual será:
1.
Provocaremos unas sexualizaciones
graduales en la medida en que nos vayamos conociendo. Empezaremos por miradas,
sonrisas y acabaremos diciendo explícitamente aquellos instintos que nos
genera, teniendo en cuenta sus reacciones y ajustando nuestras afirmaciones con
el calibraje.
2.
Ante cada sexualización, tendremos que
ajustarla con una dosis de distensión de igual intensidad a la sexualización
precedente, siendo las distensiones máximas el beso o el encuentro sexual. No
podemos decirle a una chica que queremos arrancarle la ropa porque queremos
comérnosla y no besarla momentos después, pues sería una incongruencia que no
nos beneficiará para nada.
Hasta aquí el artículo
sobre tensión sexual. El próximo seguramente sea sobre la reconsolidación o
cómo hacer que una chica acceda a quedar con nosotros después de haber
conseguido su teléfono.
GOOD LIFE
Fénix Fire.
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