miércoles, 28 de noviembre de 2012

Seducción y elegancia


"El bruto se cubre, el rico se adorna, el fatuo se disfraza, el elegante se viste"



Con esta entrada de Honoré de Balzac, quiero hablar de un tema que tiene mucho que ver con la seducción, pero que varias veces se olvida. La elegancia.

Después de leer el artículo de Fénix Fire sobre la diferenciación positiva, quise dar una vuelta de tuerca más a ese tema. Muchas veces se confunde entre Elegancia y Sofisticación. O se llama Elegante a lo que deberíamos llamar "Con Clase".

Como siempre, antes de nada, deberíamos saber que dice nuestro diccionario sobre cada uno de los términos.


Elegancia: (Del latín elegantìa)
1. Cualidad de elegante.
2. Forma bella de expresar los sentimientos.

Y…

Sofisticado:
1. Afectadamente refinado.
2. Dicho de un sistema complejo o avanzado.

Creo, que ya nos vamos haciendo una idea mejor de que es cada cosa, ¿no?

Esa forma bella de expresar los sentimientos que hace referencia a la elegancia, no es solo vestir un bonito y caro traje, unas deportivas de 3 cifras o un trench a lo Chuck Bass. No, y aunque no me quiero meter de lleno en teorías sobre comunicación, tengo que decirte que TODO ES COMUNICACIÓN, todo tú, situado en este bello aunque difícil mundo, es comunicación; así que no es solo la ropa que vistas, sino tú en ese instante, en ese lugar que ahora habitas, todo comunica, incluso si no estás haciendo nada.

¿Sofisticación? Cuidar el detalle de lo que se hace, se dice o se viste. Eso es la Sofisticación. Llevar un traje no te hace elegante, elegirlo y combinarlo según tus gustos o tu personalidad, sí. ¿Por qué? Porque estarás a gusto con lo que llevas y no te sentirás fuera de lugar o disfrazado.

Por tanto, explicadas cada una por separado, seguramente preguntarás ¿Entonces se puede ser sofisticado y elegante a la vez? ¿Una va unida a la otra? ¿Se puede aprender o es innato? 

Se puede, claro que se puede tener ambas cualidades. ¿Van unidas? Puede. Como ya habrás entendido ser sofisticado puede no hacerte elegante, y ser elegante no quiere decir que seas sofisticado. Y por supuesto que ambas se pueden aprender y, como todo, no es cosa de poco tiempo, sino de un camino a largo plazo, pero si estás leyendo esto ya has empezado a andar.

Creo que poco me queda por añadir, salvo recomendarte que desarrolles, como bien se ha mencionado, la Observación y tu Autoconocimiento. Con estas dos cualidades podrás desarrollar tu propia elegancia seductora.



Con este artículo comenzamos una nueva sección dedicada al estilo. En esta web no sólo se trata el tema de la seducción en sí misma, sino que hay hueco para todos aquellos temas que nos ayudarán a ser más felices y a vivir la Good Life.






Saludos, 


Sr. BlackDog

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