Hola amigos
y amigas
Aun a pesar
de ponerme en riesgo a ser tachado como alguien un pelín golfo, esta noche es
muy productiva teóricamente hablando como para no compartirla.
La noche
empezaba tranquila, ya veía la cara de ella esbozando una sonrisa mientras se
acercaba en mi busca. Me encanta sentir
y contemplar esos momentos de nerviosismo ante el devenir de una cita, esos
primeros momentos que parecen no acabar y en los que se te pasan todo tipo de imágenes
de cómo podría acabar la noche.
Yo: Hola.
Puff, me he pasado más de media hora buscando aparcamiento. Sigo empeñado en
que deberían inventar coches como los de Son Goku. – Los típicos saludos iniciales acompañados de grandes sonrisas y bromas. El buen
rollo tiene que inundar la cita desde el principio.
Ella: jajaja, si es que a estas horas qué esperabas
Ella: jajaja, si es que a estas horas qué esperabas
Yo: ¡Oye! ¿Te
has puesto muy guapa no? – La cojo de las dos manos como si fuese a bailar con
ella y la contemplo mientras sonríe – Me gusta, me gusta a mí este look tan
sexy jajaj
Ella: jajaja, ya hoy me apetecía salir un poco más insinuante
Ella: jajaja, ya hoy me apetecía salir un poco más insinuante
Yo: Tienes
buen gusto para sacarte partido cabrona jajaja. Bueno, ¿nos movemos?
Por el
camino empezamos a flirtear, metiéndonos un poquito el uno con el otro, jugando de forma graciosa y bromeando.
Finalmente nos sentamos en una amplia terraza, era un sitio tranquilo aunque
demasiado público como para magrearse mucho jajaja.
Una vez
sentados, empezamos a hablar tranquilamente, primero de temas triviales para entrar un poquito en calor. No hay
que tener miedo a no tener una conversación brillante, ni cualificadora, ni con
una dirección al principio. La charla sirve para entrar en calor, poco a poco empezaremos a hablar sobre
nosotros e iremos introduciendo la cualificación, romance, tensión sexual etc.
Yo: No sé,
antes pensaba mucho las cosas, pero ahora me he vuelto una persona mucho más
despreocupada. Me gusta dejarme llevar…
Ella: Te
estoy escuchando y yo soy todo lo contrario, yo pienso mucho las cosas
Yo: Bueno,
así nos complementamos. El problema sería que los dos fuésemos unos
despreocupados… siempre se nos olvidaría el cepillo de dientes en los viajes
jajaj – Aquí le damos la vuelta, no somos iguales, pero hacemos ver a la chica que eso es algo positivo. Que la clave
no es tener cosas en común, si no complementarnos como pareja y de
necesitarnos el uno al otro.
Ella:
jajaja, si bueno, la verdad es que tienes razón – Aquí se pone muy bonica y me
la tengo que comer a besos unos segundos.
Yo: Me
encanta tu actitud tan risueña, ven aquí.
Ya hemos
flirteado, nos hemos puesto al día, y nos hemos conocido más.
Tenemos la masa, el tomate, el jamón york, el queso y todos los ingredientes
necesarios para elaborar la pizza. ¿Qué falta? ¿Pues un poquito de orégano, no?
No hay que privar de las especias a las comidas, y en la seducción las especias
son el romance y la tensión sexual
en su justo equilibrio.
Yo: Esta
noche está siendo muy divertida, conforme te voy conociendo me vas gustando
más
Ella: Yo también
lo estoy pasando muy bien
Yo: Entre
lo bien que nos estamos cayendo, y lo sexy que has venido… te comería enterita
aquí mismo delante de todo el mundo
Ella:
jajaja, ¿con las viejas esas detrás como espectadoras?
Yo: Por
supuesto, así seguro que llegan calentitas a casa y le dan una alegría al
marido jajajj
En este
caso la chica no me pedía una dirección sexual muy fuerte. Es importante calibrar esto muy bien. No es bueno
quedarse con los textos y soltar las frases sin ton ni son, ya hablamos de ello
anteriormente (http://www.goodlifeseduccion.blogspot.com.es/search/label/Comunicaci%C3%B3n),
y de cómo calibrar el romance y la tensión sexual (http://www.goodlifeseduccion.blogspot.com.es/2012/11/equilibrio-entre-romanticismo-y-tension.html).
Antes de levantarnos, seguimos hablando, pero esta vez sobre sexo. Es mucho más fácil invitar a una chica a un lugar más intimo contigo si ya has hablado de sexo con ella.
Y en este
caso más, ya que cuanto más joven es la chica, más altas suelen ser sus
defensas con respecto al sexo, y esta chica era jovencita.
Por
desgracia, en esta interacción cometí un error al no obtener información. Por lo visto la chica tenía hora de vuelta a
casa y ya no daba tiempo para más. Habiendo tenido esta información se podría
haber buscado el sexo antes, siempre que no quedara forzado.
Yo: me vas
a dejar con las ganas de devorarte esta noche – Estamos muy juntos en la acera
de camino hacia el coche, aquí las formas son más sexualizadoras, con un tono más lento, suave y pausado.
Ella: qué le vamos a hacer, es que has venido muy tarde hoy – Sí, tuve que quedar más
tarde de lo que ella me proponía.
Aquí ya
sabía que no daba tiempo a hacer nada, pero el hecho de insinuarlo para que te
diga que no, o que no se puede, le hace sentir que ya te ha rechazado una vez. A
las chicas no les gusta sentirse
fáciles, les gusta rechazarnos y que insistamos. Por eso a veces es
conveniente provocar esos rechazos para asegurarse que acepte en próximas proposiciones.
Finalmente, dejo a la chica en su casa. Sonrisas, besos, romance, y una promesa de vernos
pronto. Realmente fue muy divertido y conmovedor pasar ese tiempo con ella, lo
pasé muy bien y me di cuenta de que había estado esa noche con una chica
maravillosa.
Brrii Briii
(WhatsApp)
Amigo 1: Sí, hemos salido. Vente que vamos de camino a X discoteca
Comienza la Mandanga en
estado puro… striptease, alcohol, masajes y sexo. Pero esta parte de la noche se
queda para un segundo artículo Una noche productivamente mandanguera II.
Feliz noche
de sábado, y amanecer del domingo…
Carisma
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